Taulat 236
Arquitectura: Miguel Rami Guix + Adriana Aguirre Such
Cliente: Privado
Ubicación: Poblenou, Barcelona
Área: 96 m2
Presupuesto: 85.000€
Fecha: 2018
Fotografía: Adrián Pedrazas
Un dúplex de 85 m2 con vistas al mar, y una entrada en cada planta. La zona de día se encuentra en la planta superior, orientada a este. En la planta inferior, con orientación oeste, se encuentran 3 habitaciones y dos baños interiores conectados por un oscuro pasillo. El objetivo del proyecto es actualizar la vivienda a la forma de habitar de su inquilina, que ya no necesita tantas habitaciones, pero necesita mucho más almacenaje, mejorar la iluminación y la ventilación de las estancias y resolver algunos conflictos cotidianos muy concretos entre Groucho y Siro, las dos mascotas que viven con ella.
Aceptada la propuesta de una cocina abierta por parte de la clienta, la planta superior se convierte en una única estancia desde la que disfrutar las privilegiadas vistas de la playa de la Marbella, ahora mucho más amplias. Un mueble corrido a lo largo de toda la medianera estructura el espacio y le da servicio incorporando huecos para ubicar la televisión del salón, un banco corrido para la mesa del comedor, y junto a la ventana que da a la formidable terraza, los comederos de Groucho y Siro. Al felino se le ha construido una escalera secreta por dentro del mueble para subir hasta su plato de comida, más salado y sabroso, y por fin inalcanzable para Groucho. La isla de la cocina contiene la fuente, y se redondea en sus extremos para facilitar el movimiento a su alrededor. Sus generatrices no paralelas la van haciendo crecer hasta crear una zona de desayuno junto a la ventana.
Un cambio en la sección de la escalera que baja a las habitaciones permite iluminarla mejor y que resulte menos vertiginosa que antes. El objetivo principal en la planta inferior es conseguir unas habitaciones más espaciosas, más espacio de almacenaje y abrir los baños hacia la luz y la ventilación. Limitados por la ubicación de las bajantes para resolverlo de forma ortodoxa, el baño de la habitación principal se estira desde el fondo de la estancia hacia la fachada, disgregando cada función en pequeñas estancias. Así la ducha queda frente a la ventana que mira a la torre industrial del Besós, e iluminando la cámara del wc mediante una pared de pavés. En la segunda habitación, el lavamanos queda integrado en la estancia, dejando únicamente ducha y wc cerrados al fondo de la estancia. Bajo la pendiente de la la escalera del vecino quedaba un rincón con una altura reducida. Entendido como una invitación al recogimiento, se crea un lugar de de lectura mediante un confortable cojín a medida, una balda para libros y un enchufe.










